El estrés y la ansiedad están muy presentes hoy en día, debido al tren de vida que nos impone el entorno en que vivimos o que nos autoimponemos para adaptarnos a él. Muchas veces, la ansiedad se puede somatizar, es decir, se puede transformar en un trastorno orgánico de manera inconsciente e involuntaria.
Puede ser un dolor de espalda, una tos seca persistente, un sarpullido en la piel, un trastorno intestinal, una disfunción sexual, o cualquier otra alteración orgánica. Son maneras distintas que tiene el cuerpo de hablar para manifestar una angustia que, por alguna razón, no podemos resolver de manera consciente. Y es que muchos estamos bajo el influjo constante de emociones diversas, nos pasan muchas cosas en muy poco tiempo, y eso es difícil de gestionar para nuestro cerebro. Además, no tenemos demasiada tendencia a escucharnos.
Pues bien. Un estudio reciente de Gonzalo-Pascual et al. (2023) demostró que los niveles de ansiedad y somatización disminuían con el abordaje miofascial, técnica terapéutica que se utiliza – y utilizo – ampliamente durante un masaje o un tratamiento de Fisioterapia. El objetivo del abordaje miofascial es el de liberar los tejidos miofasciales, que son aquellos que conectan los músculos entre sí, para que dejen de provocar dolor. Varias investigaciones indican que las técnicas de abordaje miofascial son eficaces para el tratamiento de patologías como la lumbalgia y la fibromialgia, entre otras, pero ninguno había demostrado antes sus beneficios en la disminución de la ansiedad y las somatizaciones. Y es que, según el estudio mencionado, tan sólo bastan cuatro sesiones para obtener resultados y reducir la ansiedad de forma duradera. Así es que, no retardéis más la visita a vuestro fisioterapeuta.
Cuidaros ahora. Amaros siempre.

Eficacia del abordaje miofascial como técnica de terapia manual en pacientes con ansiedad clínica: Un ensayo clínico controlado y aleatorizado